A empezar...con buena onda

LES ENVIO UN ARTICULO MUY INTERESANTE
Pedagogía de la esperanza
Queremos en este artículo reflexionar sobre la necesidad de cultivar la Esperanza en nosotros y en quienes nos rodean.
Esta virtud pareciera ser la más demandada en nuestro mundo actual.
El Amor - siendo la virtud más importante - y la Fe – tan esencial para intuir el porque de tantas cosas – presuponen sin embargo la esperanza.
La razón es que en el trasfondo del amor y la Fe se halla la promesa, es decir la esperanza.
Prometer es una de las palabras claves en el lenguaje del amor, y sólo la promesa – siempre y cuando sea veraz y no engañosa – suscita la adhesión del corazón, es decir, la Fe.
Podemos pensar que los conflictos y problemas tienen un lenguaje claro y
definido: ayudarnos a comprometernos, a involucrarnos y a salir adelante. Se convierten en un desafío para nosotros, a la vez que nos dan la posibilidad de asimilar nuevos aprendizajes.
Se trata de esforzarnos por superar momentos difíciles, por intentar pasar de la tristeza a la alegría, de un pensamiento negativo a un pensamiento optimista y positivo, etc. Por eso es necesario cultivar la virtud de la esperanza. La esperanza crece cuando soñamos realidades que deseamos y que no son utópicas.
Algunas pautas para educar en la esperanza.
Queremos sugerir algunas pautas para educarnos y ser educadores de esta virtud.
Para tener en cuenta en la educación de si mismo.
Tener claro el fundamento de nuestra vida. ¿Qué es lo más importante para mí, para nosotros?
Hagamos un pequeño ejercicio: si tuvieras que guardar en un pequeño cofre cinco realidades, las más significativas y fundamentales, aquello que nunca quisieras perder, ¿cuáles serían esas realidades?
Descubrir cada vez las circunstancias como parte del plan de mi vida.
Aprender a distinguir y darle el justo valor a los hechos y experiencias de la vida.
Reconocer acontecimientos circunstanciales y puntuales, experiencias más profundas, momentos fáciles y difíciles; alegres; dolorosos.
Te proponemos otro ejercicio: confecciona una lista con las últimas experiencias vividas, tratando de seleccionar: aquellas que te entristecen y deprimen, las que te preocupan y paralizan, las profundas, las circunstanciales... luego mirando las realidades que guardaste en tu cofre, valorizá, analizá, repensá la lista confeccionada.
Aprender a encarar las distintas situaciones difíciles que te depara la vida. Incluir los siguientes pasos: detenerse, observar, aceptar, enfrentar, analizar, pensar en positivo, actitud optimista, buscar soluciones, decidir y llevarlo a la práctica, agradecer, pedir, ofrecer, incorporar a mi realidad y mi historia.
Actividad sugerida:
Esta actividad permite trabajar los recursos con los que contamos cada uno de nosotros para usar ante alguna dificultad.
Escribir cada una de las palabras enumeradas arriba en carteles individuales de diferentes colores.
En el pizarrón escribir la palabra CONFLICTO. Luego pegar cada palabra de color alrededor de ella.
Actitudes para cultivar y enseñar:
Fundamentar nuestra esperanza en nuestros ideales (el cofre).
Buscar motivaciones que nos estimulen a vivir de un modo distinto, desafiando la rutina y el desgaste diario.
Cultivar y contagiar la alegría y el buen humor.
Ser agradecido.
Educarnos en el espíritu de lucha. Huir de la mediocridad.
Poner en juego todas nuestras capacidades y energías, No rendirnos, no bajar los brazos.
Conquistar la libertad interior. Ser fuertes y austeros.
Cultivar los lazos familiares y vínculos personales.
Buscar momentos de tranquilidad, relax, paz, de oración, meditación, de diversión y de distensión.
Confiar, ejercitar un pensamiento optimista y positivo, buscar el lado bueno de las personas y de las experiencias de la vida. Alejar el negativismo, la crítica y la queja.
Ultimo ejercicio: Te proponemos ordenar numéricamente las actitudes arriba puntualizadas, agregar alguna otra que desees incluir y seleccionar una para trabajar durante un tiempo determinado.
La esperanza es el ingrediente básico para estimularse a sí mismo y estimular a los demás.
Reconoce tus propias bondades...
Agradece lo que tienes...
Menciónalo...
Úsalo...
Vívelo...
Compártelo...
Desarróllalo...
Elévate siempre
Hasta ser tu máxima expresión...
Supérate, eso es lo que debes hacer!